En todo viaje a Australia sería pecado perderse la “esquina sudeste”, digamos de Sidney a Adelaida: algo más de 2.000 km junto al océano saltando como canguros: de playa en playa, de ciudad en ciudad (Sidney, Canberra, Melbourne, Gellong), de puerto en puerto, entre parques nacionales y paisajes encantados como el de los 12 Apóstoles, en la célebre ruta panorámica Great Ocean Road.
Y como si todo esto fuera poco, animales. Y animales únicos, que no podrá ver en libertad en ningún otro lugar del mundo. Por eso la recomendación es alquilar un auto e ir disfrutando despacio y prestando atención, desviándose por caminos secundarios y poco transitados, porque en toda la zona viven canguros y koalas silvestres, en muchos casos ya lo suficientemente acostumbrados a la presencia humana como para acercarse y hasta poder tocarlos (aunque no se aconseja).
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Cape Otway es un parque con un faro, famoso porque en toda la ruta que lleva a la costa hay muchos koalas salvajes. También en lagos y arroyos, sobre todo en los parques de la zona, se puede ver a los ornitorrincos, que son también endémicos de Australia y habitan toda su costa este y sudeste del país.Otra opción sencilla para ver canguros salvajes es tomar un tren desde Sidney hasta Morisset (unas dos horas) y simplemente caminar por los bosques cercanos al hospital de la localidad.
Y ya que anda por el sur de Australia, no le cuesta nada hacerse una escapada hasta la isla de Tasmania para ver a un particular personaje que se hizo súper famoso gracias a un dibujito animado.
El diablo o demonio de Tasmania es, en realidad, una rara especie de marsupial que sólo se encuentra en estado silvestre en esta isla. Fueron los primeros colonizadores europeos de Australia quienes le dieron este nombre, ya que este pequeñito, pese a su timidez, además de emitir un desagradable olor, profiere unos chillidos espeluznantes, capaces de aterrorizar desde lejos al más valiente. Desde 1995, los demonios de Tasmania están siendo amenazados por una enfermedad que les genera tumores faciales, y por ello son una especie protegida. En Taranna, bien al sur de Tasmania, está el Tasmanian Devil Conservation Park donde, además de alimentar a los canguros, se pueden conocer los hábitos de vida y alimenticios de esta rara especie, y los esfuerzos que se hacen hoy para conservarla.
Cómo llegar. A Sidney por LAN, vía Santiago, desde $ 23.000 ida y vuelta. A Tasmania: vuelo Sidney-Hobart, desde US$ 210 ida y vuelta. Ferry Melbourne-Devonport, US$ 177.
Cuánto cuesta. Alquiler de auto económico por una semana en Sidney, desde $ 1.897 (despegar.com) o US$ 145 (europcar.es). Tren de Sidney a Morisset, US$ 4,5. Habitación doble en un tres estrellas de Hobart (City View Motel), desde US$ 83. Entrada al Tasmanian Devil Conservation Park, US$ 26 por persona.
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