Domesticacion de animales - Melagris gallopavo

Domesticacion de animales - Melagris gallopavo

Domesticacion De Animales En Mexico

La mesa de Nochebuena en nuestro país es muy rica y variada, desde los tradicionales e incomparables tamales, hasta los más sofisticados platillos regionales como los romeritos llenan de sabor estos días. Delicias como éstas tienen una confección que seguramente se asemeja en mucho a las recetas originales prehispánicas de lo que ahora es México y seguramente algunas de ellas se utilizaban como alimentos en las festividades de los pueblos antiguos y con el tiempo en las nuestras.

La rica alimentación de los anteriores pobladores de nuestro territorio es un reflejo de la capacidad de adaptarse al medio que los humanos tenemos, por ello lograron sobrevivir primero como nómadas y posteriormente con el uso intensivo del suelo a través de la agricultura establecieron pueblos y ciudades.

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El consumo de carne también fue muy variado teniendo como principal fuente de abasto la caza y la pesca, ya que la ganadería como hoy la conocemos no era parte de sus costumbres, los animales que hoy consideramos como domésticos: bovinos, ovinos, caprinos y porcinos, que forman la mayor parte de las fuentes de carne que hoy utilizamos no existían en México antes de la llegada de los europeos.

Pero la domesticación de animales para consumo sí existía, entre ellas se distinguían los guajolotes, que eran criados no solamente en Mesoamérica, sino también en Aridoamérica como se sabe a través de las investigaciones realizadas en las ciudades que ahí se encontraban como en Paquimé. Esto se debía a que estos animales eran abundantes en el país y pudieron a través de los procesos normales de captura, de cautiverio y adaptación, seleccionar a los ancestros de los guajolotes que hoy son parte también muy tradicional de la mesa navideña.

El guajolote silvestre conocido por los científicos con el nombre de Melagris gallopavo, el día de hoy se distribuye en una amplia porción del norte de México, sabemos que existía en otros sitios de donde fue eliminado, que posiblemente la subespecie conocida como azteca, que fue la originalmente domesticada en el centro de México ya desapareció, muchas veces nos han comentado de partidas silvestres de estos animales en Guanajuato o Querétaro, pero no hay información concluyente sobre su existencia.

En nuestro estado, los guajolotes silvestres viven en bosques y matorrales, en las galerías de vegetación en los márgenes de arroyos y de ríos. Se alimentan de una amplia diversidad de insectos, frutos y semillas, su canto inunda la primavera y forman parte importante de la cadena alimentaria al ser presas de los carnívoros, especialmente de los gatos monteses.

Es un recurso natural muy importante, en él se encuentra el resguardo genético de una especie de amplio uso en la avicultura, pero también muy apreciados en estado silvestre por los cazadores, lo cual lo convierte en un recurso económico importante especialmente en el noreste de Coahuila. Verlo en su estado natural es un regalo para la mente y los sentidos, contemplar una parvada, el cortejo, un macho adulto en todo su esplendor es maravilloso.

Del sureste de Coahuila fueron extirpados hace muchos años, con esfuerzo y constancia se logró reintroducirlos en la Sierra de Zapalinamé, hoy sabemos que se han reproducido, caminan con su elegancia natural por nuestros bosques aledaños, los lugareños los han aceptado, los respetan y con sólo eso han permitido que se dispersen desde donde fueron liberados a otros rumbos cercanos. Esto demuestra la capacidad de readaptación de la especie, pero sobre todo la posibilidad de restaurar un sistema natural llevando de nuevo a sus antiguos moradores.

Si usted cena pavo el día 24, además de disfrutarlo y saborearlo, sepa que es un regalo de la naturaleza igual que todo lo que se ofrece para acompañar tan delicioso platillo.